En su habitación, Marion se sienta en la cama y calcula algunas
cifras, y piensa cómo puede pagar los 700 dólares que ha utilizado. Como
sus lagrimas han mojado el papel con las cifras, lo echa en el inodoro. Después, se saca su bata y sus zapatillas, y va hacia la bañera para disfrutar de una ducha.
Oculto detrás de ella, alguien abre la puerta del baño. Esa persona
abre violentamente la cortina del baño, y resulta ser la sombra de una
mujer mayor que esgrime un gran cuchillo
de cocina. Marion grita y la mujer clava varias veces el cuchillo en el
cuerpo de Marion, quien no puede escapar y muere. La mujer se retira
del baño y deja a Marion muerta, quien rasga la cortina de la ducha y
cae sobre el borde de la tina. La ducha sigue funcionando, llevandose el
agua la sangre de Marion por el drenaje, y un primer plano muestra su
ojo, donde la cámara cada vez se aleja más y gira en sí misma.
De la casa, la voz de Norman grita "¡Madre! ¡Oh, Dios, madre! ¡Sangre! ¡Sangre!".
Él viene corriendo por la colina y entra en la habitación de Marion
donde encuentra el cuerpo y la prueba de que fue atacada por su madre
con un arma blanca.
Rápidamente limpia la escena del crimen, y envuelve el cuerpo de Marion
con la cortina de la ducha y lo deja en el maletero del auto.
Posteriormente recoge sus pertenencias para también guardarlas. En el
último momento recoge el periódico doblado, sin saber que contiene el
dinero robado por Marion. Finalmente conduce el auto a un pantano cerca del motel, donde lo deja caer.
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