domingo, 23 de febrero de 2014

Llevate mis ojos...tambien.

Tus ojos han quedado grabados en los míos,
sus dulces brujerías volcaron al mirar,
hay luz en tus pupilas de todos los estílos,
lucero que en mis noches los veo parpadear.
Si entornan sus pupilas, la luz que los anima
se pierde entre los astros y la constelación
adquiere nuevos brillos... Aunque mi pecho gima
por verlos siempre abiertos, yo doy mi corazón.
Pues ellos van contando las horas venturosas
que pasan a mi lado rimando una canción,
sus párpados abiertos son pétalos de rosas
que ofrecen dos luceros a mi desolación.

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