Dos conejos habian
que el sol no veian
que juntos miraban
sus caras mimadas.
Su espalda rascaba
y su piel se erizaba
mollejas mullidas
pechugas tendidas.
Pellejos curaste
que los muerda evitaste
con masajes de manos aliviaste
y su dolor callaste.
En frances enseñaste
las oraciones que armaste
mi lengua recitaba
y tu sonrisa contagiaba.
Tus ojos hablaban
tus pestañas bailaban
tus dedos caminaban
y tu boca tentaba....
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